En estos últimos tiempos he notado el gran dominio que poseen mis emociones sobre mis acciones y que lo que me dice el corazón, aunque se que es irracional y sin sentido, mi mente no puede refutarlo. Es así como que a veces tengo momentos lúcidos y me doy cuenta que estoy viviendo una locura, una fantasía, que esto es imposible e intento hacerme esa idea, pero en cuanto el corazón habla de nuevo, soy dominada por el. Ya veo por qué dicen que el amor es ciego y no entiende razones, que sólo le importa ese sentimiento que llena e ilumina todo en ti.
Y apartando el amor, también se puede hablar del perdón. Se puede "decidir" perdonar a alguien con la razón, pero hasta que tu corazón no decida perdonar, siempre habrá el famoso rencor. Pero a pesar de esto, cuando uno toma una decisión es el primer paso, es lo que te lleva a intentar obligar al corazón a que siga esa decisión y eventualmente, aceptarla. Pero últimamente, es el quién tiene la palabra.
Así que puedo decir que mis acciones son tomadas mayormente por mis emociones, mi razón juega un papel pequeño allí. Estoy viviendo un sueño que a veces pienso que será verdad pero muy dentro se que será imposible. Y aunque suene loco, me gusta esta vida, me gusta creer que sí se puede o que algún día será. Creo que es más "bonito" soñar y luchar por lo que se quiere, a vivir en un mundo sin color, sin algo más allá de una realidad.
Don't stop believing. Un clásico de Journey versionado en Glee.
Auf Wiedersehen!
